domingo, 2 de diciembre de 2007

Naves espaciales inspiradas en células

Los organismos unicelulares pueden ser muy extraños, a veces hasta parecen máquinas

Algunos organismos no tienen nada que envidiarlesa los estilizados diseños de las naves espaciales

Las células tienen formas y tamaños muy variados, además de cumplir, en muchos casos, funciones extremadamente complejas



Aunque el programa del transbordador espacial esté suspendido, los investigadores de la NASA siguen soñando con el futuro y ahora buscan inspiración en los microscopios. Diez días después de que el Columbia se desintegró al hacer su reentrada en la atmósfera, los científicos se reunieron en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) para discutir sobre el desarrollo de naves espaciales futuristas que tomarán como modelo los sistemas de las células vivas.
La célula es, de por sí, una máquina muy compleja
Durante la reunión, que duró un día solamente —el reciente 10 de febrero—, se fundó el Institute for Cell Mimetic Space Exploration (Instituto para la Exploración Espacial Mimética de las Células), que se sostiene, principalmente, con un subsidio de la NASA de US$ 30 millones que les otorgaron por diez años. La agencia espacial espera que el grupo de quince investigadores principales de este instituto, provenientes de la UCLA y de otras universidades del sudoeste de los Estados Unidos, aporte aparatos inspirados en sistemas biológicos que servirán para mejorar los viajes espaciales dentro de unos treinta años.
La idea es investigar con la mente abierta, sin pensar en primer lugar en qué es lo que se necesita y cómo se puede hacer —como se procede habitualmente—, sino en qué es posible hacer con lo que se va descubriendo.
Los organismos unicelulares pueden ser muy extraños, a veces hasta parecen máquinas
La mayoría de los grupos de investigación de este instituto están explorando procesos celulares básicos que se puedan aplicar a mayor escala. El grupo del ingeniero biomédico Carlo Montemagno de la UCLA, por ejemplo, está desarrollando unos sacos microscópicos de reactivos biológicos que el grupo llama 'biobugs', capaces de impulsarse por un sustrato por sí mismos, como una ameba. Los sacos tendrán unos filamentos de actin que pueden crecer. El actin es la sustancia de la que están hechos los esqueletos de las células vivas. De acuerdo a la teoría de Montemagno, los biobugs se moverán a una velocidad de varios micrómetros por minuto, extendiendo su filamento y tirando de él para avanzar.
Algunos organismos no tienen nada que envidiarlesa los estilizados diseños de las naves espaciales
Montemagno dice que la meta es dotar a los biobugs de la habilidad de "olfatear" y moverse hacia sustancias específicas, avanzando del mismo modo que crecen los extremos de los nervios, que se dirigen hacia determinadas señales químicas que hay en el cuerpo. Él sugiere que los biobugs podrían ser despachados en masa para buscar contaminaciones biológicas o químicas en una nave espacial.
Las células tienen formas y tamaños muy variados, además de cumplir, en muchos casos, funciones extremadamente complejas
Otros grupos de este nuevo instituto están copiando diferentes sistemas del libro de la vida, tales como redes que recogen la luz del sol, la transmisión de información a través de señales químicas y la capacidad de auto-reparación de daños estructurales.
La reunión inaugural se había planeado antes del desastre del Columbia, pero los administradores de la NASA decidieron realizarla en la fecha que se había anunciado. Se debe mantener el espíritu de la exploración, que dice que, a pesar de las dificultades, siempre se debe seguir adelante.



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